El Escorpión y el Abismo
"Quien lucha con monstruos debe tener cuidado de no convertirse en uno de ellos. Y si miras durante mucho
tiempo a un abismo, el abismo también te mira a ti."
— Nietzsche,
Beyond Good and Evil
Si los buenos no están dispuestos a veces a rebajarse al mismo nivel, para mostrarle a la gente sin clase que ni
una vez en su vida ha jugado limpio, que nosotros también somos capaces de jugar sucio - y que aun sin práctica,
podemos ganarles en su propio juego - los malos siempre tendrán la ventaja a largo plazo.
Maria Camila Osorio Sepúlveda fue abusada de niña por un padre que es un narcisista 'grandiosa'. De él viene el
componente genético del trastorno, un potencial latente que luego fue alimentado por ese abuso.
Luego fue influenciada de adolescente por la hermana de él, su tía Milena (como mínimo, quizás hubo otras
influencias destructivas también): una paisa que también fue prostituta y sobresalió en jugar a los hombres (e
incluso durante años anduvo con narcos).
Una comprensión matizada de la situación actual requiere reconocer que no es enteramente su culpa ser como es.
Pero cualquiera que haya sido victimizado por ella sabe en lo más profundo de su ser que hay mas de lo
suficiente libre albedrío en la ecuación para despreciarla con la ira más incandescente.
E incluso si no fuera así, en este punto de su historia, ya no importa quién tiene más culpa: ella simplemente es lo que es.
Como sociedad, estamos adictos a contarnos 'mentiras bonitas'. Nos encanta
escuchar historias de personas con pasados oscuros que los superaron y se transformaron. A nadie le gusta hablar
de las personas que están rotas y simplemente se quedan rotas; pero, de hecho, eso es justo lo que suele pasar.
Y como hablamos de una cosa y no de la otra, inevitablemente desarrollamos un sesgo cognitivo que nos lleva a
sobreestimar las posibilidades de redención.
Aunque fuera posible rehabilitar a una puta, esta putica talentosa no es la que desafía las probabilidades.
Quien se atreva a tocar la llama - involucrarse con la mujer que, por sí sola, desacredita el feminismo -
descubrirá por sí mismo esta verdada esencial de la de la psicología humana, un principio tan confiable y
predictivo que bien podríamos considerarlo una ley de la física:
tarde o temprano, toda puta muerde la mano que le da de comer.
Cada nueva rana que el escorpión seduce para que lo lleve al otro lado del río, persuadiéndola con su
explicación lógica de los incentivos en juego: destrucción mutua asegurada, y
que luego, a mitad de camino, decide picar la rana de todas formas: descubrirá por sí misma la respuesta a la
pregunta que grita mientras ambos se ahogan.
"Por qué hiciste esto? Ahora los dos vamos a morir."
"Porque está en mi naturaleza."
Quizás yo mismo me convertí en algo monstruoso en mi búsqueda de justicia y venganza. Pero a veces
la única manera de derrotar a un monstruo es volverte monstruoso tú mismo
(mis disculpas a Nietzsche, pero creo que el alemán solitario aprobaría a Geralt de Rivia).
Al final del día, a veces toca reconocer una verdad incómoda:
hay personas que, si nunca hubieran existido, el mundo sería un lugar mejor.